Al acercarse la víspera de Día de Muertos es común que las familias mexicanas comiencen a preparar no solamente sus altares, sino también los dulces que ofrecerán a los niños cuando ellos toquen la puerta y exclamen: «¿me da mi calaverita?». Esta tradición, sin duda alguna, es un tierno recuerdo de la infancia de muchos.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
Existen varias versiones que rodean el origen de pedir la calaverita, aunque esto ha existido desde hace muchos años. El antropólogo Erik Mendoza, para El Universal, explica que se originó en el siglo XVIII cuando las familias adineradas montaban los altares tradicionales a sus seres queridos.
Mientras tanto, los niños que no contaban con los recursos suficientes para poner una ofrenda pedían a los ricos lo que sobraba de sus altares para sus “calaveritas”, de esa manera podían armarlas.
Fuente: México Desconocido
En CSIDH lo hacemos así.
Conforme ha pasado el tiempo, el modo de realizar esta tradición se ha transformado y en cada zona puede variar, en el CSIDH tenemos como tradición la entrega de Calaverita disfrazados, este año seremos catrines y catrinas.
Gracias por acompañaron junto a tu familia y la comunidad CSIDH el 1 de noviembre en la Plaza Morisko de Santa Maria la Ribera.
¿Y tú, cómo pides tu calaverita?